Add parallel Print Page Options

38 Junto a él, uno a cada lado, crucificaron también a dos ladrones. 39 La gente que pasaba por allí se burlaba de él y meneando la cabeza decía:

40 ―¿No afirmabas tú que podías destruir el templo y reedificarlo en tres días? Pues veamos: Si de verdad eres el Hijo de Dios, ¡bájate de la cruz!

Read full chapter